Rudy Maltez Alvarez, Fisioterapeuta y Doctor en Fisioterapia, ejerce en Washington, D.C., y se especializa en la rehabilitación de la salud pélvica. También obtuvo una especialidad avanzada de Norton School of Lymphedema, por lo que es un terapeuta certificado en linfedema. En su carrera profesional, ha tratado pacientes de todos los grupos etarios y sexos, y ha trabajado en un entorno ambulatorio. También habla español con fluidez y dedica su tiempo a colaborar como voluntario con terapeutas en Honduras. 

“Hola, es la primera vez que hago fisioterapia”, dijo Gary* en un tono ansioso. “Estaba muy nervioso por venir y casi cancelo mi cita”. A Gary le diagnosticaron cáncer de próstata hace 3 meses y se le realizó una prostatectomía radical para extirparle la próstata hace un mes. Dado que sus niveles de antígeno prostático específico (PSA) continuaron elevados, los siguientes tratamientos médicos iban a ser radioterapia y terapia hormonal. Gary hizo una consulta conmigo, un fisioterapeuta de salud pélvica, para ayudar a fortalecer los músculos del piso pélvico antes del tratamiento posterior. 

La terapia del piso pélvico (en inglés) puede ser una forma importante para que las personas con cáncer de próstata aborden los problemas relacionados con su salud pélvica. Los músculos del piso pélvico tienen un papel importante en ayudar a los órganos urinarios e intestinales a realizar su trabajo de manera eficaz y en los momentos adecuados. Describo el piso pélvico como la parte inferior de un barril que evita que su contenido se derrame. En el cuerpo humano, la parte superior del “barril” es el diafragma respiratorio, que se encuentra debajo de los pulmones y es responsable de ayudarlo a inhalar y exhalar. Los lados del barril están formados por los músculos abdominales, oblicuos y músculos de la parte inferior de la espalda. Este “barril” humano contiene todos nuestros órganos internos vitales.

En el caso de las personas con cáncer de próstata, las opciones de tratamiento frecuentes pueden incluir una prostatectomía radical o una resección transuretral de la próstata (RTUP) para extirpar la totalidad o partes de la próstata que son cancerosas. En este proceso, el esfínter que conecta la vejiga con la uretra puede deteriorarse significativamente, lo que puede provocar incontinencia urinaria por estrés. Aprender a realizar contracciones del piso pélvico, también denominadas ejercicios de “Kegel”, permite que los músculos se sujeten de la uretra. Esto evita que la orina se escape al hacer cosas como reírse, estornudar o levantarse de una silla.

Aprender a controlar la respiración 

Al prepararse para realizar contracciones del piso pélvico, primero debe aprender a respirar. Sí, respirar es importante para la vida y para el piso pélvico. Respirar de manera lenta y controlada ayuda a expandir o alargar el “barril” del cuerpo. A menudo describo la práctica de respiración a mis pacientes como un estiramiento previo al ejercicio, y el ejercicio son los ejercicios del piso pélvico.

La inhalación debe realizarse por la nariz, de manera lenta y continua. Piense en tomarse aproximadamente 4 o 5 segundos para inhalar. Cuando se hace correctamente, el pecho apenas se eleva y las costillas inferiores, el abdomen y el piso pélvico se expanden. Piense en llenar este barril del cuerpo.

Luego, debe exhalar. Exhale con los labios fruncidos durante la misma cantidad de tiempo que inhaló. Exhale de manera lenta y continua; imagine que está soplando una fila de 5 velas con una sola respiración lenta.

Hacer esto durante varios ciclos lo ayudará a aflojar cualquier aumento de la tensión en reposo de los músculos del piso pélvico y, además, lo ayudará a relajarse. Recibir un diagnóstico de cáncer y comenzar con un plan de tratamiento cambia la vida y puede volverse muy estresante rápidamente. Este tipo de práctica respiratoria puede ayudar a disminuir sus niveles de estrés al tener un impacto en el sistema nervioso de “descanso y digestión”.

Cómo realizar contracciones del piso pélvico 

Entonces, ha estirado y relajado los músculos del piso pélvico y ha calmado el sistema nervioso con algunas respiraciones agradables y efectivas. Ahora, hay que contraer esos músculos del piso pélvico.

Muchas personas suponen que los ejercicios de Kegel son solo para las personas embarazadas y las personas mayores que tienen problemas con la pérdida de orina cuando se ríen o estornudan. Pero los ejercicios de Kegel son útiles para muchas más personas, incluidas aquellas que tienen cáncer de próstata. Para mis pacientes con cáncer de próstata, uso 3 imágenes principales para ayudarlos a trabajar los músculos del piso pélvico:

  • “Imagínese que está caminando hacia una piscina fría y que está a punto de alcanzar el nivel de agua de sus testículos, y que está levantando los testículos del agua”. 
  • “Imagínese que está haciendo pis y detenga el flujo de orina a mitad del chorro”.
  • “Imagínese que se encuentra en un ascensor lleno de gente y necesita contener una flatulencia”.

Pruebe las 3 imágenes y descubra la que funciona mejor para usted. A algunas personas incluso les resulta útil generar su propia imagen.

Una buena manera de saber que está haciendo las contracciones pélvicas correctamente es pararse de costado frente a un espejo y practicar una contracción mientras está desnudo. Si ve que el pene y los testículos tienden a ir hacia arriba y tienen una actividad abdominal mínima, entonces ¡lo está haciendo de la manera correcta! Si no lo hace de inmediato, no se preocupe; lleva tiempo y continuidad desarrollar fortaleza y coordinación.

La práctica de la respiración y el entrenamiento de los músculos del piso pélvico son la base de la rehabilitación de la salud pélvica. Le sugiero que busque un especialista en rehabilitación de salud pélvica tan pronto como reciba un diagnóstico de cáncer de próstata para que alguien lo guíe durante el proceso de recuperación y lo ayude a manejar cualquier síntoma urinario que pueda ocurrir durante el tratamiento. 

* Se ha cambiado el nombre del paciente por anonimato. 

El autor no tiene relaciones relevantes que revelar. 

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