Voces sobre el cáncer es una serie del blog de Cancer.Net galardonada en la que los defensores comparten sus historias y las lecciones que han aprendido sobre cómo ser defensores del paciente. Julia Michelle Santiago es una diseñadora de vestuario profesional con más de 20 años de experiencia trabajando con la industria cinematográfica en Puerto Rico y en el extranjero. A los 40 años, le diagnosticaron cáncer de colon. Es la fundadora de Juliastrong Colon Cancer Awareness Foundation y es la vocera de sobrevivientes de cáncer de colon de la Coalición de Cáncer Colorrectal de Puerto Rico. Puedes seguir a Julia en Facebook, Twitter e Instagram.
Mi historia de defensa
A las 4:30 de la mañana del 11 de abril de 2014, publiqué esta cita de Bob Marley en mi página de Facebook: “Nunca sabes lo fuerte que eres hasta que ser fuerte es tu única opción”.
Fue la mañana de la carrera más importante en la que me he inscrito, el San Juan Half Iron Man 70.3. Este evento deportivo incluye natación de 1,2 millas en aguas abiertas, seguido de un recorrido en bicicleta de 56 millas y, finalmente, una media maratón. Correría un total de 70,3 millas.
Así que esa cita fue solo una forma de recordarme a mí y a mis compañeros de equipo que la fuerza es un estado mental y que elegí ser fuerte ese día. He estado entrenando cerca de 6 meses, y esa mañana, la fuerza que necesitaba provendría de la fuerza de voluntad y el deseo. Mi cuerpo estaba listo para correr, al igual que mi mente.
¡Fue una carrera ardua pero grandiosa! Con otros 1500 atletas a mi alrededor, nadé a través de aguas turbias, pedaleé en condiciones de viento y corrí en condiciones de humedad extrema. Nada de esto pudo borrarme la gran sonrisa de satisfacción de mi rostro. Mi sonrisa siempre estuvo ahí, entre cada respiración, porque tuve la mente puesta para terminar la carrera. Fue un día tan feliz.
Solo 5 meses después, me encontré inscrita en una carrera aún mayor. Pero esta no era una carrera que había elegido. Y en lugar de terminar esta carrera, tuve que luchar para vivirla. El 18 de octubre de 2014, a los 45 años, me diagnosticaron cáncer de colon. Cuando me dieron esta impactante noticia, entré en pánico. Entonces, me di cuenta de que para lo que realmente me estaba preparando durante mi entrenamiento Ironman era para enfrentar y superar el cáncer.
Pasé 19 días en el hospital y me enviaron a casa después de la cirugía para recuperarme. Luego, solo 3 semanas después, tuve que comenzar la quimioterapia durante 6 meses. También tuve una ileostomía, que tuve que manejar durante los siguientes 9 meses. Una ileostomía es una cirugía que conecta el intestino delgado con el interior del abdomen y hay una abertura conectada a una pequeña bolsa externa para recolectar los desechos.
Fue un momento para reflexionar y conectarme con mi fuerza interior. Igual de importante, fue el momento de renovar mi fe en mi capacidad para sobrevivir a esta situación. Tan pronto como recuperé parte de mi fuerza física (quizás alrededor de un mes después de la quimioterapia), me hice cargo de mi salud y recuperación leyendo todo lo que pude sobre el cáncer, las enfermedades crónicas, el sistema inmunitario y la curación. Quería entender por lo que estaba pasando y si había algo que pudiera haber hecho para evitarlo. Pero lo más importante es que necesitaba esperanza.
Practicar la aceptación fue lo primero que hice. Comencé a meditar todas las mañanas. Busqué todo tipo de meditación que tuviera que ver con la curación, la culpa, el dolor, la gracia y más. Recuerdo encontrar tanta paz cada vez que me sentaba a meditar, y esto realmente me ayudó a continuar con mi día, todos los días de mi recuperación, especialmente en los días realmente malos y desafiantes. La meditación durante mi recuperación también me ayudó a perdonarme a mí misma y me ayudó a dejar atrás las cosas que atormentaban mi mente.
Todavía hoy practico la meditación. La meditación es una herramienta poderosa a la que todos tenemos acceso, una que realmente nos ayuda a ver nuestros problemas en la vida no como problemas sino como situaciones de las que podemos ocuparnos.
También empecé a leer más acerca de la alimentación saludable. Empecé a seguir una dieta basada en vegetales. Probar estas nuevas recetas me ayudó a sentirme más saludable, ¡y de hecho comencé a disfrutar comiendo! Poco a poco, comencé a sentirme más fuerte.
Al tercer mes de quimioterapia, empecé a hacer yoga. Esta es otra herramienta poderosa porque trabaja tu cuerpo, mente y espíritu.
También fue entonces cuando establecí mi propia fundación, Juliastrong Colon Cancer Awareness Foundation. La misión de la fundación es sencilla. Quiero crear conciencia sobre el cáncer de colon y fomentar un estilo de vida activo y positivo, lleno de autoestima. A través de mis esfuerzos en la fundación, comparto las herramientas de curación que reuní mientras me recuperaba del tratamiento contra el cáncer. Estas son herramientas que todavía sigo utilizando todos los días.
Un año después de terminar la quimioterapia, en marzo de 2017, finalicé otra mitad de la carrera Ironman. Y esta vez lo hice pensando en todas las demás personas con cáncer de colon. Esta vez, mi entrenamiento no había sido tan extenuante, pero tenía la fuerza de voluntad para hacerlo porque ser fuerte era mi única opción.