El tema de la Reunión Anual de la Asociación Estadounidense de Oncología Clínica (American Society of Clinical Oncology, ASCO) 2023 es Unión con los pacientes: la pieza clave de la investigación y la atención oncológica. Del 2 al 6 de junio, investigadores y médicos clínicos de todo el mundo especializados en cáncer se reunirán en Chicago, Illinois, y también en línea, para analizar la investigación más reciente y la manera de garantizar que todas las personas reciban la atención oncológica que necesitan.  

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Algunas de las investigaciones destacadas que se presentarán hoy incluyen: 

Algunos pacientes con cáncer de recto localmente avanzado pueden evitar la radioterapia de forma segura 

¿A quién afecta este estudio? Personas con cáncer de recto localmente avanzado que se ha diseminado a tejido o ganglios linfáticos cercanos  

¿Cuáles fueron los hallazgos de este estudio? Para algunas personas con cáncer de recto localmente avanzado, la quimioterapia sola antes de la cirugía es una opción en lugar de una combinación de quimioterapia y radioterapia, denominada quimiorradioterapia, antes de la cirugía. El ensayo PROSPECT en fase 3 (en inglés) reveló que las personas tratadas con quimioterapia con mFOLFOX6 seguida de radioterapia solamente si los tumores no se reducían después de la quimioterapia tuvieron resultados similares a los de las personas tratadas con radioterapia y quimioterapia antes de la cirugía.  

En las últimas décadas, los avances en el tratamiento y la detección temprana de los tipos de cáncer colorrectal han llevado a una disminución constante del riesgo de muerte por estas enfermedades. Sin embargo, está aumentando la cantidad de personas diagnosticadas, especialmente entre los adultos más jóvenes. La radioterapia para tratar el cáncer de recto tiene efectos secundarios a corto y largo plazo que afectan negativamente a la calidad de vida, incluidos los problemas de fertilidad, la necesidad de una ostomía (en inglés), la diarrea y la incapacidad para controlar las deposiciones, y los problemas de vejiga.  

Los investigadores querían saber si el uso de la quimioterapia por sí sola sería tan eficaz como la quimiorradioterapia antes de la cirugía. El estudio incluyó a 1,194 personas cuya mediana de edad era de 57 años, y aproximadamente un tercio (34.5 %) eran mujeres. La mediana es el punto medio, es decir, la mitad de los pacientes eran menores de 57 y la otra mitad eran mayores de 57. A todos los participantes se les diagnosticó cáncer de recto que se había diseminado a tejido o ganglios linfáticos cercanos, y podían recibir quimioterapia y radioterapia antes de una intervención quirúrgica denominada resección anterior baja con escisión mesorrectal total. Durante esta cirugía, se extraen partes del recto, intestinos y tejido graso circundante. Los participantes se dividieron aleatoriamente en 2 grupos y 1,128 pacientes luego recibieron tratamiento en este estudio.  

En el primer grupo, 543 participantes recibieron un tratamiento de quimiorradioterapia con una combinación de radioterapia y quimioterapia llamada 5FUCRT. En el segundo grupo, 585 participantes recibieron una combinación de quimioterapia llamada mFOLFOX6 y, a continuación, el equipo de atención volvió a estadificar o evaluar el tumor. Si el tumor disminuía un 20 % o más después de la quimioterapia, no se administraba radioterapia antes de la cirugía de esa persona. Si el tumor no se reducía en un 20 % o más, se administraba radioterapia antes de la cirugía. En este grupo, 53 personas (9 %) necesitaron radioterapia antes de la cirugía porque sus tumores no se redujeron en un 20 % o más.  

Al comparar los 2 grupos, no hubo una diferencia significativa en los resultados.  

  • La supervivencia general fue del 90.2 % para el primer grupo y del 89.5 % en el segundo grupo. 

  • Las tasas de resección quirúrgica, o extirpación completa del tumor y del tejido circundante, en el 97.1 % de los pacientes del primer grupo y en el 98.9 % de los pacientes del segundo grupo. 

  • La respuesta patológica completa, que es ningún signo de células cancerosas en el tejido después del tratamiento, fue del 24.3 % en el primer grupo y del 21.9 % en el segundo grupo. 

¿Qué significa esto para los pacientes? La quimioterapia por sí sola, con radioterapia añadida solamente si los tumores no responden, es una opción de tratamiento eficaz antes de la cirugía para las personas con cáncer de recto localmente avanzado, que evita los efectos secundarios a corto y largo plazo de la radioterapia.  

“Es importante tener esta opción [de tratamiento] por varios motivos. En primer lugar, en muchas partes del mundo, la radioterapia no es de fácil acceso. Un enfoque total de quimioterapia puede hacer que el tratamiento con intención curativa sea accesible para los pacientes en estos entornos de recursos limitados. Además, dadas las crecientes tasas de cáncer colorrectal en pacientes jóvenes, esto proporciona una opción para los pacientes que desean conservar la fertilidad o evitar la menopausia temprana”.  

—autora principal del estudio, Deb Schrag, MD, MPH, FASCO
Memorial Sloan Kettering Cancer Center
Nueva York, Nueva York 

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Osimertinib ayuda a las personas a vivir más tiempo después de la extirpación quirúrgica del cáncer de pulmón no microcítico con mutación del EGFR  

¿A quién afecta este estudio? Adultos con diagnóstico de cáncer de pulmón de células no pequeñas en estadios IB, II o IIIA con mutación del EGFR cuyo tumor se haya extirpado por completo mediante intervención quirúrgica.   

¿Cuáles fueron los hallazgos de este estudio? Los resultados del estudio ADAURA (en inglés) en fase 3 muestran que el tratamiento con osimertinib (Tagrisso) después de la cirugía redujo significativamente el riesgo de muerte en adultos con cáncer de pulmón de células no pequeñas (NSCLC, por sus siglas en inglés) en estadio IB, II o IIIA con una mutación del receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR, por sus siglas en inglés) completamente resecado, o extirpado quirúrgicamente.  

Osimertinib es una terapia dirigida que se denomina inhibidor de la tirosina cinasa del EGFR, que impide que funcionen las proteínas del EGFR. El EGFR se encuentra en la superficie de algunas células normales y, cuando muta, puede hacer que las células cancerosas crezcan y se dividan. Para averiguar si el NSCLC presenta una mutación del EGFR, se realiza el análisis de biomarcadores (en inglés), también llamado análisis molecular, de una muestra del tumor. Osimertinib está aprobado por la Food and Drug Administration (FDA, Administración de Alimentos y Medicamentos) de los Estados Unidos como tratamiento adyuvante después de la cirugía para el NSCLC en estadio IB a estadio IIIA con mutación del EGFR. El tratamiento adyuvante se administra una vez finalizado el tratamiento principal para reducir la posibilidad de que el cáncer regrese. 

El cáncer de pulmón es la principal causa de muerte por cáncer en todo el mundo, lo que representa casi 1.8 millones de muertes al año. Aproximadamente entre el 30 % y el 40 % de los tipos de cáncer de pulmón en Asia tienen una mutación del EGFR, y aproximadamente el 25 % de los tipos de cáncer de pulmón en Estados Unidos y Europa tienen una mutación del EGFR. Aproximadamente el 30 % de todas las personas diagnosticadas con NSCLC podrán someterse a una extirpación del tumor mediante cirugía. 

ADAURA es un estudio global realizado en 26 países de Asia-Pacífico, Europa, Norteamérica y Sudamérica. En total, se dividió a 682 participantes en 2 grupos después de la cirugía. Hubo 339 personas que recibieron osimertinib, administrado una vez al día. Los otros 343 participantes recibieron un placebo. (Obtenga más información acerca del uso de placebos en estudios clínicos sobre el cáncer.) Aproximadamente dos tercios de los pacientes del estudio eran mujeres, y más de la mitad de los pacientes habían recibido quimioterapia después de la cirugía. Los participantes tenían entre 30 y 86 años, con una edad media de 64 años en el grupo que recibía osimertinib y 62 años en el grupo que no lo recibía. Aproximadamente dos tercios de los participantes no tenían antecedentes de tabaquismo y aproximadamente dos tercios eran asiáticos. Todos los participantes siguieron recibiendo el tratamiento hasta que la enfermedad regresó (lo que se denomina recurrencia), se completó el tratamiento a los 3 años o surgió un motivo diferente para interrumpir el tratamiento, como un efecto secundario grave. 

Los investigadores observaron que el 88 % de las personas que recibieron osimertinib seguían vivas 5 años después de la cirugía, en comparación con el 78 % de los pacientes que recibieron un placebo. Los que recibieron osimertinib presentaron un riesgo de muerte un 51 % menor que los que recibieron un placebo. En todos los grupos de personas de este estudio, osimertinib después de la cirugía ayudó a las personas a vivir más tiempo. 

En total, 222 (66 %) participantes del grupo de osimertinib y 139 (41 %) participantes del grupo de placebo completaron 3 años de tratamiento. Los efectos secundarios fueron en su mayoría de intensidad leve o moderada. Los efectos secundarios más comunes entre quienes recibieron osimertinib fueron diarrea, infección de las uñas de las manos o de los pies y piel seca. Hubo 43 (13 %) personas que recibieron osimertinib y 9 (3 %) personas que recibieron placebo que tuvieron que interrumpir el tratamiento debido a los efectos secundarios.  

¿Qué significa esto para los pacientes? El tratamiento adyuvante con osimertinib muestra que puede ayudar a las personas con NSCLC con una mutación del EGFR a vivir más tiempo después de la cirugía para extirpar el tumor.  

“Históricamente, la supervivencia general se ha considerado el criterio de valoración de referencia de la eficacia para los ensayos clínicos adyuvantes aleatorizados. Los resultados del ensayo ADAURA ampliarán el acceso al tratamiento de los pacientes con cáncer de pulmón de células no pequeñas con mutación del EGFR. Junto con los datos de supervivencia sin enfermedad que cambian la práctica clínica de nuestro análisis principal, el beneficio de supervivencia general infunde confianza en que el tratamiento adyuvante con osimertinib es el estándar de atención para los pacientes con cáncer de pulmón de células no pequeñas en estadio IB a IIIA con mutación del EGFR resecado. Esto refuerza aún más la necesidad de identificar a estos pacientes con biomarcadores disponibles en el momento del diagnóstico y antes de que comience el tratamiento”.  

—autor principal del estudio Roy S. Herbst, MD, PhD
Yale Cancer Center
New Haven, Connecticut 

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Vorasidenib retrasa la progresión de la enfermedad en el glioma de grado 2 con una mutación de IDH 

¿A quién afecta este estudio? Personas con glioma de grado 2 que tienen una mutación de IDH

¿Cuáles fueron los hallazgos de este estudio? El estudio INDIGO en fase 3 (en inglés) mostró que vorasidenib puede ayudar a algunas personas con glioma de grado 2, un tipo de tumor cerebral canceroso, a vivir más tiempo sin crecimiento tumoral. Vorasidenib se dirige a cambios genéticos específicos denominados mutaciones de IDH que se encuentran con frecuencia en gliomas de grado 2, los cuales afectan principalmente a personas jóvenes y, por lo demás, sanas. 

Se estima que en 2023 se diagnosticarán tumores cancerosos de cerebro y médula espinal a 24,810 adultos en los Estados Unidos. Los gliomas de bajo grado, incluidos los gliomas de grado 2, pueden progresar a gliomas de mayor grado con el tiempo. De aquellos a los se les diagnosticó glioma de grado 2, el 80 % presenta una mutación de IDH1 y el 4 % una mutación de IDH2. Las opciones de tratamiento actuales incluyen tratamientos intensivos con cirugía, radioterapia y quimioterapia que tienen efectos secundarios a corto y largo plazo que afectan a la calidad de vida, o un enfoque de “supervisión y espera”. Esto significa que los médicos observan el tumor en busca de signos de crecimiento antes de iniciar el tratamiento.  

En el estudio se incluyó a 331 personas con glioma de grado 2 con mutaciones de IDH que se habían sometido a cirugía, pero no a ningún otro tratamiento. Los participantes provenían de 10 países y sus edades oscilaban entre los 16 y los 71 años. Los participantes fueron asignados aleatoriamente a 1 de 2 grupos. El primer grupo (168 personas) recibió una dosis oral diaria de vorasidenib. El segundo grupo (163 personas) recibió un placebo. Los ciclos de tratamiento duraron 28 días. El objetivo principal era ver cuánto tiempo transcurría antes de que el tumor creciera, lo que se llama supervivencia sin progresión, según las imágenes por resonancia magnética (RM). Los investigadores también examinaron el tiempo que tardó cada paciente en necesitar el tratamiento con terapias tradicionales. 

Vorasidenib mejoró la supervivencia sin progresión en una media de 27.7 meses, en comparación con 11.1 meses para los que tomaron un placebo. Además, vorasidenib retrasó la necesidad del siguiente tratamiento.  

Hubo algunos efectos secundarios asociados con vorasidenib, como fatiga, dolor de cabeza, diarrea y náuseas. También hubo algunos casos de COVID-19. Algunos pacientes experimentaron un aumento de los niveles de las enzimas hepáticas alanina transaminasa y alanina aminotransferasa, pero estos niveles pudieron reducirse. A pesar de estos efectos adversos, se observaron beneficios del tratamiento con vorasidenib en todos los subgrupos de pacientes. 

¿Qué significa esto para los pacientes? En las personas con glioma de grado 2 con mutaciones de IDH, el vorasidenib mejora la supervivencia sin progresión y la calidad de vida.  

“Nuestro estudio muestra que, al dirigirse a las mutaciones de IDH, el vorasidenib retrasa significativamente el crecimiento tumoral y la necesidad de tratamientos más tóxicos. Esto es clínicamente significativo porque los pacientes con diagnóstico de glioma de grado 2 con mutaciones de IDH son normalmente personas jóvenes, por lo demás sanas. Los resultados de este ensayo ofrecen la oportunidad de cambiar el paradigma de tratamiento para este tipo de glioma y podrían dar origen a la primera terapia dirigida nueva para el glioma de bajo grado”. 

—autor principal del studio, Ingo Mellinghoff, MD, FACP
Memorial Sloan Kettering Cancer Center
Nueva York, Nueva York

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La adición de nivolumab a la quimioterapia reduce el riesgo de muerte en personas con linfoma de Hodgkin avanzado de diagnóstico reciente 

¿A quién afecta este estudio? Adultos y niños de 12 años o más con diagnóstico de linfoma de Hodgkin en estadio III o IV que aún no han recibido tratamiento 

¿Cuáles fueron los hallazgos de este estudio? En el ensayo clínico SWOG S1826 en fase 3 (en inglés), se observó que, en adultos y niños con diagnóstico de linfoma de Hodgkin en estadio III o IV que aún no ha sido tratado, la adición de nivolumab (Opdivo) a la quimioterapia redujo el riesgo de muerte relacionada con el cáncer en comparación con la adición de brentuximab (Adcetris) a la quimioterapia. Nivolumab también mejoró la supervivencia sin progresión, que es una medida de cuánto tiempo un tratamiento detiene el crecimiento o la diseminación del cáncer.  

Se estima que a unas 8,830 personas se les diagnosticará linfoma de Hodgkin en los Estados Unidos en 2023. La terapia dirigida con brentuximab y la quimioterapia son los tratamientos de primera línea estándar actuales para el linfoma de Hodgkin avanzado. Sin embargo, este enfoque tiene fuertes efectos secundarios y la mayoría de los niños que lo reciben siguen necesitando radioterapia. Para entre el 7 % y el 20 % de los pacientes que reciben brentuximab, el linfoma de Hodgkin se volverá recidivante o refractario, lo que significa que el cáncer no se ha detenido, y se necesitará más tratamiento.  

Los investigadores querían saber si un fármaco diferente llamado nivolumab, que ya está aprobado para tratar el linfoma de Hodgkin recidivante/refractario, podría ser una mejor opción de tratamiento para el linfoma de Hodgkin de diagnóstico reciente. Nivolumab tiene menos efectos secundarios y mejores resultados que el estándar de atención actual, brentuximab. El brentuximab es un conjugado de fármacos con anticuerpos que entrega quimioterapia solamente a las células que tienen una proteína especial llamada CD30 sobre la superficie. Nivolumab es un tipo de inmunoterapia llamado un inhibidor del punto de control inmunitario que bloquea las proteínas PD-1 en la superficie de las células cancerosas y potencia las defensas naturales del cuerpo para combatir el cáncer.  

Los participantes del estudio fueron asignados aleatoriamente a 2 grupos, que recibieron 6 ciclos de brentuximab y quimioterapia o 6 ciclos de nivolumab y quimioterapia. En total, participaron en el estudio 976 personas con linfoma de Hodgkin en estadio III o IV recientemente diagnosticado. De ellos, 489 recibieron nivolumab y 487 recibieron brentuximab. Los pacientes tenían entre 12 y 83 años, con una mediana de edad de 27 años. La mediana es el punto medio, es decir, la mitad de los pacientes eran menores de 27 y la otra mitad eran mayores de 27.  

  • La supervivencia sin progresión fue mejor en el grupo que recibió nivolumab. En el grupo de nivolumab, el 94 % de los pacientes presentó supervivencia sin progresión al cabo de 1 año, en comparación con el 86 % en el grupo de brentuximab.  

  • Los efectos secundarios más comunes incluyeron recuentos bajos de glóbulos rojos y problemas del tracto gastrointestinal, como náuseas.

  • Hubo 4 muertes, de las cuales 3 fueron causadas por eventos adversos, en el grupo de nivolumab. El grupo de brentuximab tuvo 11 muertes, 7 de ellas debidas a eventos adversos.  

¿Qué significa esto para los pacientes? El tratamiento con nivolumab y quimioterapia redujo el riesgo de muerte relacionada con el cáncer en las personas con linfoma de Hodgkin en estadio III o IV recientemente diagnosticado en comparación con el estándar de atención actual con brentuximab.  

“Tradicionalmente, los adultos y niños con linfoma de Hodgkin avanzado en EE. UU. han sido tratados con diferentes regímenes de quimioterapia y la mayoría de los niños también reciben radioterapia, mientras que el uso de radiación ha sido poco frecuente en pacientes adultos. Como parte del diseño y la planificación de nuestro ensayo, los grupos cooperativos pediátricos y de adultos se reunieron y llegaron a un consenso sobre el régimen experimental y el régimen de control, con el objetivo de armonizar el tratamiento del linfoma de Hodgkin en todas las edades, lo que constituye un resultado realmente único”.  

—autor principal del estudio, Alex Francisco Herrera, MD
City of Hope 
Duarte, California 

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Mirvetuximab soravtansina prolonga la vida de las personas con tipos de cáncer de ovario avanzado 

¿A quién afecta este estudio? Personas con cáncer epitelial de ovario, cáncer primario peritoneal o cáncer de trompas de Falopio en estadios avanzados

¿Cuáles fueron los hallazgos de este estudio? Los resultados del estudio global en fase 3 MIRASOL (en inglés) revelaron que mirvetuximab soravtansina (Elahere) mejoró significativamente la supervivencia sin progresión y la supervivencia general en las personas con cáncer epitelial de ovario, cáncer peritoneal primario o cáncer de trompas de Falopio avanzado de alto grado que mostraron resistencia a la quimioterapia basada en platino y presentaron una expresión elevada de una proteína llamada receptor alfa de folato.  

Mirvetuximab soravtansina es un conjugado anticuerpo-fármaco dirigido a las células que producen en exceso un receptor alfa de folato. El fármaco se une a las células y, luego, libera una pequeña cantidad de quimioterapia u otra toxina directamente en las células tumorales. El receptor alfa de folato está sobreexpresado en una variedad de células cancerosas, incluidos los cánceres de ovario, peritoneal y de trompas de Falopio. Mirvetuximab soravtansina recibió la aprobación acelerada de la Food and Drug Administration (Administración de Alimentos y Medicamentos) de los Estados Unidos en noviembre de 2022.  

En 2023, se estima que 19,710 personas en los Estados Unidos serán diagnosticadas con cáncer de ovario. En todo el mundo, se calcula que a 313,959 personas se les diagnosticó cáncer de ovario en 2020. El carcinoma epitelial constituye entre el 85 % y el 90 %, aproximadamente, de los cánceres de ovario, primario peritoneal y de trompas de Falopio. En combinación, el cáncer de ovario, de las trompas de Falopio y peritoneo son la quinta causa más frecuente de muerte relacionada con el cáncer en mujeres en los Estados Unidos. 

En el estudio MIRASOL se incluyó a 453 participantes de 18 años o más con cáncer epitelial de ovario, peritoneal primario o de trompas de Falopio, avanzado de alto grado. Las participantes se dividieron en 2 grupos: 1 grupo recibió mirvetuximab soravtansina y el otro grupo recibió la quimioterapia del estándar de atención. Para algunas pacientes, se añade una terapia dirigida llamada bevacizumab (Avastin) a la quimioterapia porque se ha demostrado que mejora la eficacia del tratamiento. En este estudio, al 62 % de todas las participantes se le había añadido anteriormente bevacizumab a su plan de tratamiento. A continuación, los investigadores evaluaron si mirvetuximab soravtansina era mejor que la quimioterapia (con o sin bevacizumab) basándose en 2 medidas: supervivencia sin progresión y supervivencia general. La supervivencia sin progresión es una medida de cuánto tiempo un tratamiento detiene el crecimiento o la diseminación del cáncer. La supervivencia general es una medida de cuántos pacientes siguen vivos después del diagnóstico y se utiliza para determinar cómo funciona un nuevo tratamiento.   

Se hizo un seguimiento de las participantes del estudio durante una media de 13.1 meses. La mediana es el punto medio, lo que significa que a la mitad se le realizó un seguimiento antes de los 13.1 meses y a la otra mitad se le realizó un seguimiento más prolongado. Hubo 281 personas que habían recibido previamente quimioterapia más bevacizumab. Entre ellas, recibir mirvetuximab soravtansina aumentó la supervivencia sin progresión en un 36 % y la supervivencia general en un 26 %, en comparación con la quimioterapia estándar. Entre las 172 participantes que no habían recibido previamente bevacizumab, recibir mirvetuximab soravtansina aumentó la supervivencia sin progresión en un 34 % y la supervivencia general en un 49 %, en comparación con la quimioterapia estándar.  

Los efectos secundarios relacionados con el tratamiento de mirvetuximab soravtansina incluyen problemas de visión, fatiga, náuseas, daño en la córnea, dolor abdominal, problemas nerviosos denominados neuropatía periférica, ojo seco, diarrea y estreñimiento. 

¿Qué significa esto para los pacientes? Mirvetuximab soravtansina ayuda a las personas con cáncer epitelial de ovario, peritoneal o de trompas de Falopio avanzado a vivir más tiempo.  

“Las pacientes deben saber que las pruebas del tumor ya están disponibles previa solicitud, especialmente si tienen enfermedad recurrente, para ver si mirvetuximab soravtansina puede ser una opción. La disponibilidad de este fármaco y de las pruebas del receptor alfa de folato permitirá a más pacientes con tumores resistentes al platino vivir más tiempo”.   

—autora principal del estudio Kathleen N. Moore, MD, MS
University of Oklahoma
Oklahoma City, Oklahoma

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